jueves, 25 de septiembre de 2008

Le Scaphandre et le Papillon



Le Scaphandre et le Papillon (“El vuelo de la mariposa”, “el llanto de la mariposa” o “la escafandra y la mariposa”) es la cuarta cinta del director estadunidense Julian Schnabel, también realizador de la película que otorgó una nominación a los premios de la Academia a Javier Bardem como mejor actor, Antes de que anochezca.

En la mayor parte del filme Schnabel nos posiciona en el interior del protagonista, observamos lo que él ve y escuchamos lo que piensa, así en la primera escena nuestro campo de visión es limitado y los colores son borrosos como si no hubiéramos ejercitado nuestros ojos durante semanas, pronto discernimos que estamos en un hospital y que el médico presente también descubre que los párpados de la cámara se han despegado, el galeno se avecina y pregunta dos veces ¿Cuál es su nombre? Oímos como responden “Jean Dominique Bauby”, pero parece que el interpelante no escucha. Acto seguido nos explican, a través de los sentidos de nuestro confundido Jean Dominique, que se está levantando de un coma y que padece de una enfermedad llamada locked-in syndrome (síndrome del cautiverio) que le ha provocado la parálisis total de todos sus músculos y por consiguiente la imposibilidad de comunicarse, lo único que puede mover son sus ojos, no obstante uno de éstos deberá ser ocluido.

Este es el proemio de uno de los filmes más reconocidos del año pasado, nominado a cuatro óscares, incluyendo mejor director y mejor guión y ganadora del Premio al mejor director en el festival de Cannes, basado en la autobiografía homónima del editor de la revista francesa ELLE, Jean Dominique Baulby quien después de sufrir una apoplejía se ve obligado a vivir dentro de su propio cuerpo.

Es imposible dejar de relacionar esta obra francesa con la española Mar Adentro, sin embargo, a diferencia de ésta Le scaphandre et le papillon no intenta dar un valor ético o político como es la justificación de la eutanasia, sino que alejada de todo criterio axiológico hace una narración exquisita de la situación de nuestro protagonista, de sus pensamientos, de su imaginación y de su relación con las distintas personas que lo conocieron antes del infortunio como su esposa, sus hijos, sus amigos y su amante como las que conoció a raíz de éste como su ortofonista, su terapeuta y su redactora.

El problema de la comunicación se ve ligeramente limitado cuando la ortofonista de Jean Dominique le enseña un método para expresarse consistente en parpadear cuando ella le lee una lista de letras ordenadas por su uso en el lenguaje francés. El primer enunciado formulado por medio de esta peculiar forma de comunicación fue naturalmente “Quiero morir” provocando una crisis emocional en la devota ortofonista. Jean Dominique se ve constreñido a vivir así decidiendo “dejar de quejarme. Además de mi ojo, dos cosas no están paralizadas, mi imaginación y mi memoria”. Frase que resume la tónica del filme, por una parte percibimos sus deseos y su vivaz imaginación, mientras que por la otra descubrimos etapas de su vida previa a su enfermedad que lo describen como un sujeto moderno, banal, frívolo, mujeriego, ateo e inteligente.

Su imaginación y memoria como su situación lo compelen a escribir una autobiografía, redactándola por medio del método mencionado en el cual metafóricamente describe su estado como la de un buzo en el fondo del mar y como la de una mariposa que agita sus alas para volar a los confines de la imaginación.